viernes, 28 de enero de 2011

Buenas!

  
Buenas, soy el Autor del blog, seguro que lo esperabais al leer el titulo de la entrada, y bueno en primer lugar era daros la bienvenida a “La Blanca Orilla” y como no que ojala lo disfrutéis tanto como lo disfruto yo haciéndolo. A continuación voy a explicar un par de cosillas sobre el susodicho blog. En primer lugar, lo que aquí escribo no pasa de una opinión personal, más o menos acertada según quién la mire, y por tanto podéis estar de acuerdo o no, pues  esto es como los culos, que cada uno tiene el suyo.  En segundo lugar intentare ser lo más crítico posible en cuanto a lo que veo y lo que ello me produce personalmente, ¿Qué quiere decir esto último? Que seguramente con frecuencia recurriré al: “Personalmente a mi no me gusto, pero hay que estar muy ciego para no reconocer que es una gran película”, porque siendo sinceros por mucho que nos guste el cine no significa que nos gusten verdaderas tonterías, películas mala, etc. Y viceversa.
¿Qué a  que viene el nombre de “La Blanca Orilla”? Pues bien, la blanca orilla era una especie de localización de la que se habla en una de mis películas favoritas y se hace mención de ella refiriéndose a la esperanza, a que aun no está todo perdido y hay por lo que merece la pena luchar o simplemente seguir creyendo, y más aun en estos tiempos que nos ha tocado vivir en los que nos importa más la vida de Nosequién Esteban o Cualqiera Vázquez en vez de emocionarnos con una buena historia, que paradójicamente ¿Cómo puede ser que algo tan simple es lo que más escasea?
Y finalmente, ¿Qué quién soy yo? Yo no soy más que aquel que escribe, soy unas manos mandadas por mi mente, que a la vez está mandado por mi corazón el cual dice que, a modo de Blanca Orilla, aun queda gente interesada por la cultura y que por ello hago este blog.
                          


HASTA PRONTO!

Ángeles y Demonios


¿Qué decir que no se haya dicho ya del código Da Vinci? Si bien nos provoco por su etiqueta de polémica, Ángeles y Demonios se convierte en un ahondamiento de las ideas de la precuela siendo la joven hija mucho más interesante que su madre.
            
En este caso el profesor Langdon es requerido por el vaticano (cosa que suena a chiste) para enfrentarse a uno de los enemigos más famosos de la iglesia, los iluminati. Paralelamente la historia transcurre en Ginebra, concretamente con el robo de un importante descubrimiento científico, la antimateria. Ciencia Vs. Religión, estamos sobre algo de lo que nunca se ha hablado (intentaba de ser irónico) De todas formas la historia consigue atrapar al espectador con asombrosa facilidad, puede que sea porque sin darnos cuenta se convierte en una constante carrera contrarreloj en la que Langdon mas su  atractiva compañera deberán impedir la destrucción de la fe, idea que cobra cada vez más fuerza conforme avanza la película. Lo que comienza siendo más o menos previsible se transfigura en una historia compleja, que hace reflexionar al espectador como hacia antaño Unamuno. Como punto malo a esta complejidad hay que decir que la cobra cuando se sucede el final, pues si, señoras y señores tenemos ante nosotros un final inesperado, pero no inesperado al más puro estilo “Hollywoodiense” sino al más puro estilo thriller, y culpa de ello en mucha parte, quitando al “bueno” de Brown, es el señorito Howard que cada vez hace filmes de más calidad, conmoviéndonos con historias de boxeadores o en este caso de profesores en busca de la verdad. Desde el punto de vista técnico (y por supuesto personal) está bastante bien grabada, con una música y unas imágenes de Roma que sinceramente, hacen que se te ponga el vello de punta, tanto por la historia como por los efectos. Al fin de al cabo Howard consigue captar toda la atención del cinéfilo haciéndose preguntar a la vez si, como en este caso, prefiere la tumultuosa verdad o la cómoda ignorancia.







Personal y sinceramente el film me sorprendió más de lo esperado, pues era de prever una lista de faltas contra la iglesia, que la hay, pero gracias a Dios no es lo único. Aun con todo, y no me canso de repetirlo, estamos posiblemente ante una películas muy minusvaloradas ya que su calidad a la hora de la grabación insulta al tema de esta, que es de mucha mayor calidad pero a la vez simple.  Cierto es que la historia contiene fallos, que seguramente ustedes se darán cuenta rápidamente, pero tranquilos, como he dicho la calidad del filme supera a la historia cuando estas son de calidad, para bien o para mal.